ACTIVIDADES

VII Jornadas NELcf

El sexo y el amor en el Siglo XXI

¿De que satisfacción se trata?

Medellín, 26, 27 y 28 de octubre 2012
Invitados: Leonardo Gorostiza, Elisa Alvarenga, Silvia Salman, (Marie-Hélène Brousse.).

Argumento

La NEL propone a sus integrantes y a los interesados en la orientación lacaniana investigar cuál es la especificidad de los modos de satisfacción existentes en el siglo XXI en el sexo y en el amor, cuáles son sus consecuencias para el sujeto contemporáneo, para la práctica analítica y también para la civilización, con el fin de discutir los resultados de esa labor durante las VII Jornadas de la Escuela que se realizarán en Medellín entre el 26 y el 28 de octubre del 2012.

Si hoy se impone la necesidad de esclarecer la naturaleza de los modos de goce que caracterizan el vivir de hombres y mujeres, de adolescentes y de niños de nuestro tiempo, es porque día a día se hacen más amplias y significativas las consecuencias del debilitamiento de los significantes amos que habían sostenido tradicionalmente un orden simbólico específico, y por tanto, ello ha permitido la proliferación de posiciones subjetivas relativas a la sexualidad y al amor en cierta forma inéditas. Hoy, estas posiciones son justificadas a través del "todo vale" para el goce; en algunos contextos sin embargo, las mismas son cuestionadas desde otros ángulos, en particular por fundamentalismos de diverso cuño que suponen que solo existe un modo legítimo de gozar. Se confunde el deseo con el goce. Ante un tal estado de cosas se hace necesario esclarecer qué puede decir el psicoanálisis, qué propone al sujeto contemporáneo que hace del goce inmediato el fundamento de su vivir, qué papel le asigna al amor tanto en la práctica analítica como en la vida regular de un sujeto.

En nuestro tiempo es posible reconocer múltiples fenómenos que permiten afirmar que una nueva modernidad ha nacido. Ejemplos visibles de ella son las nuevas y diversas formas de la familia (familias monoparentales, familias homoparentales, familias efímeras,…), la reproducción asistida y en general nuevas modalidades de la maternidad y la paternidad (alquiler de vientres, embriones congelados, donación de óvulos y esperma, clonación, cambios de sexo,…), modos de la sexualidad que antes solo eran posibles como posiciones marginales o clandestinas, la extensión creciente de la sexualidad virtual, la idolatría de la imagen corporal, la desvirilización de la época y la consecuente aparición de nuevas formas de la feminidad y de la masculinidad, la fugacidad en los vínculos de las parejas, el incremento en la soledad afectiva de las mujeres, la voluntad de "verlo todo", pertenezca a lo privado o a lo público, y también en el campo del saber como condición de validación de lo existente. E igualmente es posible reconocer otro tipo de hechos, más allá de la sexualidad y el amor, que revelan esa mutación de la época, como son por ejemplo las dificultades subjetivas para soportar las restricciones a los imperativos de consumo, el debilitamiento de las jerarquías tradicionales en los más diversos órdenes sociales, la aparición de estrategias de crianza y de educación cada vez más articuladas a la tecnología y de menor responsabilidad directa de los mayores, un crecimiento significativo del cinismo en múltiples niveles de la vida colectiva, las exigencias de evaluación cuantificada de todas las actividades humanas, en especial en el mundo laboral, y muchas más. Las vacilaciones en el proceso de sexuación se hacen entonces más visibles y con ello también formas diversas de la perversión.

Pero la ambición de que la satisfacción tiene que llegar pronto y de manera fácil, encuentra un tope, inexorable en un momento u otro, lo que conduce a unos a demandar soluciones rápidas y cómodas para su sufrimiento, las cuales promueven así prácticas donde el tráfico con el sentido o del fuera de sentido por la bioquímica, hallan su mercado. Otros, en la desesperanza en propuestas tales, encuentran en las nuevas formas de la religiosidad, en los acting-out a repetición y en modalidades penosas del mal vivir, alternativas para sí. Otros más hacen de la pulsión la fuerza para el odio y la destrucción de sí o del otro. El difícil enlace entre el amor y el goce se acentúa, pero a su vez ello permite reconocer dimensiones ignotas de lo existente.

¿Cómo responde a lo indicado el psicoanálisis de la Orientación Lacaniana? El analista en tanto tal, sabe del amor, de sus articulaciones con la sexualidad a través de la transferencia; de su naturaleza, de sus posibilidades y de su significación en la clínica, lo cual le ha permitido depurar sus principios y de igual manera considerar las posibilidades de la sublimación. También por cuanto los análisis son esencialmente la elaboración de las vicisitudes del amor y de la sexualidad. A partir de allí ha conseguido establecer que "el amor real [es] el que busca en el Otro lo que él es como objeto a" y transformar así lo que estaba destinado al asco, al horror o al odio, en pasión por ese Otro (Miller, Los usos del lapso, p. 123). Es con ello que el psicoanálisis ha podido ubicar lo que el analizante quisiera restituir de su vivir fallido, y en consecuencia ha podido proponer que orientar una experiencia analítica implica intentar crear las condiciones en el analizante para que en él se produzca un saber acerca de la inexistencia de la relación sexual (NRS). De esa manera se definen los principios de la ética del psicoanálisis. Jacques-Alain Miller ha destacado desde allí cuál es la implicación de la NRS para la práctica analítica: la exigencia de orientarse por el "eso fracasa" en el orden sexual, lo que conduce a un ejercicio clínico que "excluye la noción de éxito", obliga a distinguir los modos de fracasar ante el síntoma y a definir la dirección de la experiencia analítica en la búsqueda de la diferencia absoluta. Una poética de la interpretación que sea capaz de alcanzar lo singular del sujeto se impone, subraya Miller, lo que exige una formación para el analista cada vez más sólida y más atenta a los signos de los tiempos.

Ejes de trabajo para las Jornadas
1.- La disimetría entre el amor y el goce
Si el amor está más cerca de la insatisfacción que de la satisfacción, ello implica que existe una dificultad para conciliarle con el goce. Implicaciones clínicas y en el siglo XXI de tal disimetría. Aparecen como goces públicos los que antes eran goces privados. Diferencias de las posiciones masculinas y femeninas ante el amor y el goce en el siglo XXI; lugar que tiene el deseo en el amor y la sexualidad,…

2.- Del amor, el goce y la muerte
Después de Freud sabemos que el sujeto prefiere el goce a su autoconservación. Esta es una manera de señalar la dimensión tanática de la pulsión, que cuando alcanza el amor se traduce en formas terribles del afecto y del acto: elodioamoramiento se hace evidente. Proliferan los celos devastadores, la venganza como solución del conflicto, diversas formas del fratricidio, el maltrato conyugal y otras modalidades mortíferas del goce,…

3.- Los niños y los adolescentes del siglo XXI ante el amor y el goce
La sexualidad infantil, hallazgo capital del psicoanálisis, adquiere hoy singularidades que requieren ser estudiadas. La reducción del tema a la moral dificulta el examen y legisladores u otros aun parten de la idea del niño angelical. El niño como sujeto y como objeto sexual difiere del de otras épocas en diversos planos y la importancia de contribuir a su esclarecimiento es evidente. Se amplía la presencia de fenómenos como la prostitución de niños y adolescentes, la pornografía infanto-juvenil y hechos del mismo tipo. La pedofilia es potencializada por la tecnología, y crecen igualmente a la par la presencia de niños abusivos, los adolescentes sin brújula, la escuela se hace escenario abierto para la sexualidad,… Son estos algunos ejemplos la singularidad de la época. ¿Cómo interpreta el psicoanálisis de orientación lacaniana el mundo infantil y juvenil del siglo XXI?

4.- Ideologías contemporáneas, sus prácticas y su interpretación del sexo y el amor; el psicoanálisis y esas prácticas, legislaciones y tabúes vigentes
¿Cómo se interpreta el sexo y el amor en el siglo XXI y qué prácticas (se) fundan (en) tales interpretaciones? ¿Cuáles son los abusos teóricos y clínicos, en el psicoanálisis y fuera de él, ante el debilitamiento de los significantes amos en el siglo XXI? Surgen formas de la religiosidad con nuevas morales sexuales; las legislaciones se debaten entre la represión y el laxismo; modos de goce tradicionalmente proscritos corroen algunos tabúes al mostrar públicamente sus semblantes,…

5.- La técnica científica, el amor y el goce
Desde el sexo virtual hasta la tiranía de la cifra, incluida la condición del "ver para creer" (promovida desde la ciencia para validar qué es lo existente), son hechos que le han asignado al amor y a la sexualidad dimensiones que le eran difusas u ocultas. ¿Qué propone el psicoanálisis tanto en su clínica como en la teoría acerca de las consecuencias del discurso de la ciencia puesto al servicio de las exigencias del discurso capitalista?

6.- El analista ante el sexo y el amor hoy en la experiencia analítica
El amor y la sexualidad, en sus múltiples formas, ponen a prueba de manera continua y diversa la formación del analista. Las modalidades de la transferencia expresan la lógica de la época, la cual conlleva demandas particulares. A su vez esto determina síntomas nuevos, definidos por la singularidad de los tiempos. Cómo responde el analista lacaniano a lo que esto implica y de que modo podemos decir que hay analista en una cura, constituye una de las perspectivas del trabajo durante las Jornadas.