Texto Consejo Federativo 2016-2018
El consejo en la experiencia Escuela
El trabajo del Consejo anudado al STP
Articulado a la propuesta de la Comisión del STP, durante estos dos años el Consejo trabajó buscando promover una reflexión y una investigación sobre la política del pase en la NEL, así como sobre los efectos en la formación y producción de un analista. Lo analítico y lo institucional anudados desde la proposición del pase como doctrina secreta de Lacan sobre la Escuela, ha sido la brújula con que nos hemos orientado. El acontecimiento de contar hoy con dos AE de la Escuela Una en la NEL, junto a la apuesta decidida del Comité Ejecutivo para que el Consejo encarne en lo local el nudo político del seminario de la NEL, ha permitido que se coloque al pase en el centro de la experiencia de Escuela y que cada uno en posición analizante pueda “volverse responsable del progreso de la Escuela, volverse psicoanalista de su experiencia misma”.
La transmisión viva de los efectos del análisis en los testimonios ha permitido, con diferencias en cada Sede, que el Uno de la orientación ponga de relieve el lugar de la experiencia analítica y la relación de un sujeto con la Escuela, así como, desde una lectura renovada de los textos políticos, preguntarse por las condiciones que se requieren para constituir una Escuela de analizantes.
Las Conversaciones políticas sobre el pase, organizadas por el STP con los Directores y consejeros de la mayoría de las Sedes, han tomado un rasgo particular que hace síntoma y de lo que hace síntoma en cada lugar, pero cuyo abordaje ha trascendido resonando más allá de lo local, permitiendo con ello que nos interroguemos sobre temas de suma relevancia, que nos conciernen, tales como el pase, el singularísimo lazo en la Escuela, la relación con el saber, la autoridad analítica y la Escuela como no-toda. El dispositivo de la conversación ha permitido, además de extraer enseñanzas respecto a cómo poder “leerse” orientado por los principios de política lacaniana, que se tome la palabra y se ponga en acto la enunciación propia, alojando las diferencias y contrarrestando los extravíos propios de una lógica grupal. En esta perspectiva, el lugar del consejero ha ido tomando cada vez más visible y central, pero aún falta autorizarse en acto a ello.
A su vez, las reuniones del Consejo han orientado las preguntas en torno a aquellos temas candentes que atraviesan el momento lógico de la NEL, favoreciendo por esta vía que se constituya en un espacio de reflexión y producción. Trabajo que se concretó en la realización de cuatro textos elaborados por los consejeros y que han sido difundidos por la lista NEL-Miembros bajo los títulos: “Lo real y la Escuela: ¿cómo libidinizarla?”, “Articulación entre lo Uno y lo Múltiple en la Escuela”, “Autorizarse a la Escuela” y “Elaboraciones y preguntas respecto de la garantía en la NEL”.
Esto ha llevado a que el Consejo pueda, además de intentar abordar los temas políticos que conciernen a la orientación de una Escuela de la AMP en el siglo XXI, preguntarse sobre el lugar y la función que el mismo Consejo tiene hoy en ella.
Hacia un nuevo funcionamiento del Consejo
Tales reflexiones permiten pensar un movimiento de apertura a dos cuestiones referidas a su funcionamiento:
1. Función del Consejo Federativo
Con el correr de los años, fueron muchos los modos de organización y de transmisión que funcionaron en la Escuela, posibilitando el momento actual de la NEL que, impulsado por la presencia de dos AE de la Escuela Una, avivó la vía para trabajar y bordear la pregunta sobre ¿Qué es un analista?, lo que nos condujo a preguntarnos por una Escuela de analizantes. Este camino implicó sostener una relación con el Uno que no homogeneiza, sino que se trató de poner el pase en el centro de todo accionar de la Escuela.
Ha sido necesario sortear el abismo existente entre el Comité Ejecutivo y el Consejo Federativo y abismarnos de la buena manera, metiéndonos de lleno a reflexionar cómo compartir, desde las dos instancias, la orientación de la experiencia Escuela. El giro ha sido necesario. Por otra parte, la NEL, al constituirse como una Escuela transnacional, nos plantea muchos interrogantes. Así, la dispersión geográfica puede ser la fuerza, nuestra presentación ante el mundo como una fortaleza continental. Sin embargo, también es nuestra gran debilidad si lo local se desgasta y corroe con los efectos grupales y el trabajo en lo local termina siendo un fin en sí mismo.
Un momento de apertura supone que el Consejo debe interpretar la Escuela, tratando de ser una instancia que funcione de manera dúctil, manteniendose activo, atento a los nuevos tiempos, reorientándose de manera permanente por donde continuar. Son casi 20 años ya de experiencia de Escuela, y estamos en un tiempo de comprender que lo analítico no va más con el automatón de las funciones vacías, sin vida. Disponemos de un recorrido, una experiencia de trabajo y una transferencia que posibilita al Consejo situarse en condiciones de sostener la dimensión del Uno de la Escuela junto a lo múltiple de cada Sede, Delegación o Grupo asociado en la ciudad en la que se ubica: un Consejo Federativo considerado analíticamente, que anuda su posibilidad de existencia articulando sus funciones con el CE y los Directorios en cada lugar.
Así, la apertura a la función de un Consejo dinámico puede contribuir a la realización de un trabajo periódico que se articule con la propuesta de trabajo del CE, y de esta manera velar por la presencia del psicoanálisis en nuestras Sedes. Ello supone un consentimiento de ambas instancias de la Escuela. Esta modalidad de funcionamiento abre una lógica distinta de trabajo: se trata de un autorizarse como Consejo en acto. Un movimiento de apertura que no es sin consecuencias.
2. Función del Consejero
El consejero, advertido de su función, reflexiona y trabaja en torno a la pregunta sobre cómo transmitir una experiencia de Escuela que sea analítica, buscando romper las inercias grupales que no toman en cuenta que la NEL guarda el espíritu de la Escuela Una y mantiene una relación directa con el Consejo de la AMP. Consentir a encarnar la función de la mejor manera, ser el elemento vivo entre el CE y los Directorios. Consejeros que propongan líneas temáticas para organizar el trabajo en la vertiente de un Seminario Político, pues ello produce la Escuela-sujeto. Lo anterior permite al consejero promover una conversación en su Sede, en la que emergerían enunciaciones orientadas al avance del psicoanálisis en cada lugar.
Esta perspectiva de trabajo posibilitaría al consejero encarnar la función de éxtimo, de bisagra en su Sede, que cause, provoque y promueva la conversación.
Realizar un trabajo en intensión sobre el funcionamiento de la política del pase como lo que constituye a la Escuela misma es vital, para que cada consejero sea verdaderamente una bisagra entre el Directorio local, el CE y el Consejo. Gozne que permita la articulación de las instancias y como punto de unión, de una orientación esclarecida y compartida.
Igualmente, ante este movimiento de apertura que otorga una participación más activa al Consejo, se abre una vía para que el consejero participe de espacios tales como una Comisión que estudie las Admisiones y las propuestas a las candidaturas a AME.
María Hortensia Cárdenas
María Elena Lora
Carlos García Gaviola
Laura Arciniegas
Octubre 2018